20 feb 2010

A veces soy un poco malvado

Recientemente hemos pasado la revisión médica en la empresa y he recordado la primera que tuvimos que hacer, ya hace algún tiempecito de eso, pero bueno, allá va:

Para empezar bien el día, resulta que me dan la alegre noticia de que antes de nada hay que descargar una enorme furgoneta llena de trastos inútiles que en vez de ir a la chatarra se quedan para dejar sitio a nosequé mierda. Ya mi humor no estaba para muchos chistes, así que emprendimos la ardua mucho tarea con estoicismo y calor, mucho calor, que es lo que hace en mitad de julio, acabando empapados de sudor. Al terminar me fui pal bar sin decir ni adiós y pedí mi cafelito cortado de siempre, pero nadie me había avisado de que íbamos a pasar el reconocimiento médico, así que justo cuando iba a dar el primer sorbo de mi preciado café, sueltan un alarido brutal en forma de ¡NNOOOOOO, ISAAC NO LO HAGGAAAAS!! desde la puerta que por poco no me hace tirar el vaso a mí, pero que sí se lo hace tirar a la chica que estaba a mi lado. Qué queréis que os diga, no es buen comienzo tan tempranito, así que me despido tristemente de mi cafelito y me vuelvo a la oficina.....allí me doy cuenta de que no traigo ropa de repuesto por lo que toca lavaillo del guarrete y desodorante a la ropa, y de esta guisa nos vamos.....

El centro médico estaba a tomar por culo del taller, por lo que nos comimos toda la hora punta y llegamos a la maldita hora del colegio, o sea, aparcar donde cristo perdió el reloj y pateo hasta destino.....que cabreo llevaba....entramos, damos el dni y al cabo de un rato nos llaman, me sientan en una silla y se disponen a sacarme sangre, creo que un vampiro borracho y con parkinson no me hubiera hecho más daño, le faltó al maromo sacar una batidora y arrearme con ella en el brazo....jodío mamón....que dolor.....cuando acaba, por fin, me tienen de sala en sala con la vista, el oído, la espalda, el peso y talla y me tumban en la camilla con la camiseta quitada, pasa un ratito y no viene nadie....otro ratito y nada....y otro más....mi cabreo alcanza ya el punto crítico de no me toques los güitos y empiezo a vestirme justo cuando entra el aspirante a vampiro borracho y me dice:

- ¿Pero que hace, hombre? Vuelva de inmediato a la camilla.....

- Paso de seguir aquí haciendo el mamarracho, o termináis ya o me piro, vampiro..... le digo con cara de que te den, machote, que me tienes harto....

Y el quillo me dice con soberbia que ya estamos acabando y que me tumbe, que sólo falta el electro y la entrevista, que las hace él mismo.....vale, me tumbo....el tío mamón me pone los chismes esos para el corazón con esparadrapo de tela para que no se mueva, con la de pelo que tengo yo en la pechera,.....y cuando acaba me dice: ahora te los quitas tú, que eso no es de mi competencia.....que doló mah grande, dioh mio de mi arma....que ganas de venganza me invadieron....entramos en su despacho y empieza el tío a preguntarme sandeces y chorradas así que me quito despacito la bota de trabajo toda sudada y trazo un movimiento de vaivén con mi pie derecho, una nube tóxica invade el recinto, la cara del médico se vuelve verde, se le corta el aire, pero como es un ser humano y tiene que respirar se le arruga la cara mientras coge aire a pequeños sorbos de olor putrefacto y mira hacia la puerta como buscando algo, probablemente aire que no haga saltar las alarmas de radiactividad, la entrevista se acorta. El quillo me da los papeles y me dice que los firme fuera y que me vaya, por favor, así que enfundo mi pie de nuevo muy despacito, deleitándome con el momento y haciendo que diez segundos sea una eternidad para el maromo de cara verde y ojos llorosos, y al fin me voy dejando tras de mí a un tipejo camino del servicio con bastantes posibilidades de cometer un acto suicida y me río.....mis venganzas son siempre...terribles....

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