10 jul 2011
El jardin de los sueños, solo para padres recientes II
Gracias, o por culpa de mi hijo, un día acabé viendo esta cosa diseñada para niños pequeños. La he visto tanto en castellano como en ingles, y a decir verdad casi que prefiero la versión inglesa, más que nada porque de esa manera puedo decir que no lo entiendo por la barrera idiomática y no porque la serie sea lo más absurdo que jamás presenció un ser más o menos adulto como yo.
Es tan difícil hacer una descripción de los personajes que os voy a dejar un enlace para los que no lo hayáis visto y ya luego os lo describo, para que me digáis si llevo o no razón. http://www.rtve.es/infantil/videos-juegos/#/videos/jardin-suenos/todos/tombliboo-ooo-mete-pelota-casa/737715/
Para que os hagáis una idea de cómo son os diré que el que diseñó a estos bichos debió ser un seguidor de los teletubbies adicto al lsd ampliamente traumatizado por ambas cosas. Hay una especie de tren de la muerte que se llama algo así como ninkinonk cuya utilidad desconozco, pero abre las puertas del jardín donde moran el resto de siniestros personajes, como una especie de zepelin lleno de aspas y remos que hace sonidos psicodélicos y va por ahí chocándose con los árboles, o una bailarina con minifalda que tira de una cuerda para levantarsela mientras canta canciones raras. Va por ahí corriendo y saltando mientras persigue su cama, que no para de huir despavorida...( cama inteligente)...Tiene un novio, o algo así, que la besuquea y la coge de la mano. Este novio, que se llama algo así como egglepiggle, va por ahí tirando de una manta vieja y roñosa de color rojo y cuando pilla la cama de la otra quilla se queda a dormir en ella, por si viene la otra y hacen algo, digo yo. Uno de los personajes más siniestros que circulan por allí es macapaca, un bicho color blanco roto ( yo diria blanco muerto) que va empujando un triciclo sin ruedas chirriante en cuyo trasportín hay una esponja y jabón. El único objetivo del bicho consiste en hacer montones con piedras y lavarle la cara a cuanto ser vivo tiene el valor de cruzarse en su camino, eso si, antes de enchufarte en la cara la maloliente esponja toca una trompetilla que te pone los pelos de punta...¿dije siniestro? es más bien pavoroso, aterrador o algo peor....
También circulan por allí tres trillizos ( mi mujer cree que son hembras, pero no me atrevo a mirar dentro del calzón, por si hay algo) que cuelgan sus calzoncillos fuera de casa por la noche y se los ponen por la mañana, pero sin lavarlos ni ná, solo airear y poner, tienen nombre, pero son mu raros...no se a qué dedican el tiempo libre, pero creo que son contrabandista de sustancias raras y usan el trenecito de antes para sus repartos.
Cada personaje es presentado por una voz en off con una cancioncilla esperpéntica y sin sentido en castellano ( y en inglés, creo) y los capítulos terminan llendose todos a dormir (más quisiera yo que se fueran a tomar polculo) menos tú, que quedas catatónico en el sofá sin saber qué ha pasado con tu vida para haber presenciado to eso. No entiendo el principio, ni el fin, ni su desarrollo...ni los personajes ni nada, ni siquiera en el resumen de dibujos animados que pone fin al capitulo, viendo ese resumen constatas que el tiempo se detuvo en algún momento o te has tomado un tripi, pero a los niños les gusta...hay que joerse...
Hay otros personajes a los que no me atrevo a describir, que hay ojos en todas partes...y rumores de que si dices macapaca seis veces mirando un espejo a la pata coja mientras te lavas los dientes con champú tulipán negro, sale la susodicha macapaca del sumidero del baño y te devora el corazón mientras toca la trompetilla y te lava la cara con la esponja sucia....
Resumen: mirad a vuestra espalda al cruzar la puerta de cualquier jardín y temblad ante el sonido mortal de la trompetilla....
25 mar 2011
Un gato llamado Frodo.
Fuimos mi mujer y yo a coger un gatito callejero en unos locales abandonados para mi cuñada, que quería uno, y ya de paso si veía uno que me gustara a mi me lo llevaría. Y lo vi, fue un amor a primera vista. El me miró con sus ojillos marrones, yo lo miré con los míos y él me bufó, mordió, arañó y rasuró con las patas traseras todo mi antebrazo izquierdo mientras yo le tiraba del rabo para cogerlo, un amor a primera vista, lo que yo os diga, y me lo quedé. Mi novia, gran amante de los gatos, consiguió lavarlos y quitarles unos pocos millares de pulgas a ambos gatos, ya que para mi cuñada vimos una gata preciosa la mar de tranquilita ( y aburría), que no huía ni nada de eso.
Cuando estaba bien limpito y libre de pulgas, con su collar y todo, lo llevamos al veterinario para que le echara un vistazo y ya de paso ponerle sus vacunas. Así que lo metí en una caja llena de agujeros y enfilé pa su consulta. Cuando nos tocó el turno lo saqué de la caja y el gato echó una mirada llena de suspicacia a su derredor. Miró al veterinario, olisqueó la mesa y se pegó a mí, por si acaso. El veterinario se acercó despacio y lo observó un par de minutos sin tocarlo.
-Tendrá unos tres meses, mas o menos, me dijo. Voy a echarle un vistazo.
Para ese quillo echarle un vistazo era meterle un termómetro en el culo , y claro, Frodo decidió que eso de andar hurgándole allí atras era una gran afrenta al mundo felino y respondió soltando todos los demonios del cuarto infierno, e incluso alguno del quinto, diría yo.....Se revolvió enganchando al doctor por el brazo con sus uñas delanteras, mordió su muñeca provocando un grito de dolor y espanto para sacudir luego sus patas traseras tratando de despellejar todo su brazo. El veterinario, muy dolorido y sorprendido de que un pequeño saco de carne pudiera ser tan fiero y rápido lanzó su mano libre para quitarse al minino de encima, y mi gato decidió repetir la operación con el otro brazo, por aquello de la simetría, digo yo, y justo cuando el médico quiso quitárselo del otro brazo, Frodo dio un impresionante salto a una estantería tirando un montón de cosas a la cabeza del maltrecho doctor, y de salto en salto, bufido y bufido destrozó todo aquello que se puso a tiro de sus garras, entre mesas y estanterías, sin olvidar la tapicería de la silla ni los tobillos desprotegidos del pobre médico, que se limitaba a gritar histérico para que sacara de su consulta al micho de Belcebú.
Tras varios intentos infructuosos de cazarlo, y con la seria amenaza por parte del doctor de buscar una escopeta, conseguí engancharlo del rabo y llevármelo de allí. Al final las vacunas fueron puestas, por otro veterinario, y con la inestimable ayuda de una inyección de tranquilizante para caballos.
Cuando era algo más mayorcito, Frodo gustaba de salir de casa para irse por ahí de parranda a volver loco al cura del barrio, al sacristán y a la limpiadora de la iglesia. De echo, fue llamado durante un par de años el gato sacrílego. Lo que hacía el muy mamón era ir de terraza en terraza hasta colarse, por donde nunca lo supo nadie, hasta el mismísimo altar. Una vez allí destrozaba las flores que hubiera haciéndose una cama con ellas y luego tiraba al suelo todo aquello que hubieran dejado a su mano, garra más bien, donde quiera que fuera en cualquier parte de la sala principal de la iglesia, marcando con su pís buena parte del terreno. Después esperaba bien cómodo en su cama de flores a que entrara el sacristán, el cura o la limpiadora, juntos o por separado, a los que recibía con un maullido guerrero para salir disparado derrapando encima de las flores, esparciéndolas por todo su alrededor. Hay una larga lista de novios cabreados, que tuvieron que arreglar a toda prisa la iglesia después de la visita traicionera de Frodo, a los que no les hubiera importado cambiar el menú de la boda por gato con arroz.
Otra de las prácticas habituales del gato era la de acercarse a unas vallas donde había perros grandes y fieros, y ponerse a hacer ruiditos en los alambres. Cuando un perro acercaba el hocico a ver qué pasaba allí, Frodo le arreaba un zarpazo en la nariz que lo dejaba ladrando una hora, a veces dos, dependiendo de lo grande que fueran los agujeros de la verja, y se quedaba allí mirándolos pacientemente hasta que se callaban....y lo repetía de nuevo....qué noche nos daban a veces...en otras ocasiones se paseaba por el pretil de los muros por donde estaban los perros que ya lo conocían haciendo como que se caía, volvía locos a los pobres canes, porque cuando los tenía frenéticos del todo saltaba hacia la parte de verja de hierro y les daba en todo el hocico....una y otra vez....
Al final, nuestro gato acabó lléndose a un parque a dejar en pañales al jefe de la manada quedándosela para el solito y llenando de pequeños Frodos los jardines del lugar...al menos no hemos tenido constancia de que sus hijos, físico a parte, hayan heredado los otros atributos pendencieros y sacrílegos....o quizá si...
Durante mucho tiempo lo eché de menos porque la realidad, es que era un gato muy adorable y cariñoso...
11 feb 2011
La cuatro ele
Por cierto, cuando la arreglaron no tardamos ni un dia en empotrarnos a otro vehículo que no le parecío bien pararse en un stop y la declaramos siniestro total. El otro coche salió con un intermitente roto, y nosotros con el regalo camino del desgüace...cosas que pasan...
22 ene 2011
Tocando las bolas
El otro día recordé una vieja anécdota que pasó hará unos ocho o nueve años. Todavía estábamos mi hermano y yo por ahí trabajando por nuestra cuenta, haciéndole montajes a Fagor y a quién tuviera el valor de llamarnos. A menudo coincidíamos con otros instaladores tanto en los centros proveedores como en los sitios de recogida de máquinas, y donde se concentran distintos seres humanos siempre hay fricciones. Una cosa que me resulta muy molesta son los quillos que aparcan su coche de manera tan canalla que ocupan todo el espacio, teniendo yo que cargar mis cosas desde mu lejos. Ese día en concreto mi humor de perro pulgoso se impuso a la cordura que normalmente tengo y....vale, normalmente no tengo mucha cordura.....pero empezó él.....vale, igual no estaba tan en medio su coche....lo mismo no empezó ni él....lo cierto es que le pedí con toda la amabilidad que poseo que apartara su estúpido coche de los cojones de mi camino, a lo que imprudentemente ese pavo me dijo que tururú, que lo quitaría cuando le diese la gana, y le pedí de forma cortés y educada que lo quitara, para los que me conocen ya saben que lo mandé a tomar pol culo y lo amenacé con venganza eterna, o sea, cortés y educado. ¿ Ah, SIII?...¿Y QUÉ BAS A ACER, PRINGAO? Las faltas de ortografía son suyas, que el malo de la peli es él, aunque yo no sea precisamente el bueno.
Los astros, el destino o la diosa Fortuna quisieron que uniéramos nuestros caminos dos días después, yo había quedado con un arquitecto y me llamó porque se retrasaba una hora, así que me quedé en la placita en la que íbamos a reunirnos cuando me fijo en un tipo que estaba montado en una escalera larga, justo encima de una tienda, terminando de instalar una máquina. Mi presa...jejeje
Me acerco tranquilamente y lo saludo. El quillo me mira receloso y yo le digo, nah, pelillos a la mar, y le acerco la herramienta que le iba a hacer falta en ese momento. Le di algo de charla a él, y le di algo de charla al dueño de la tienda, haciendo preguntas aquí y allá, comentando esto o lo otro hasta que se convenció el tendero que yo era el compañero del quillo de la escalera. Aproveché que el tendero se metió dentro para atender a un grupo de personas y le dije al montador que el de la tienda me dijo que no le importaba que se quedara el desagüe allí mismo, justo delante de la puerta, lo que hacía que el montaje estuviera terminado, y muy contento, el pobre infeliz se puso a recoger, yo le eché una mano, por supuesto, y me ofrecí a guardarle la escalera mientras él llevaba todas las cosas a la furgoneta...¿os he dicho que estábamos en el centro histórico de Sevilla, en una calle peatonal?....po diez pateos se pegó el muchacho calle arriba calle abajo llevando las cosas. En el último viaje, antes de la escalera, le dije al de la tienda que mi encargado no estaba dispuesto a hacer el desagüe y que iba a caerle el agua en la misma entrada del establecimiento, justo por donde entraban los clientes porque le caía mal y eso me hacía sentir culpable, que por mí lo haría, pero si lo contradecía lo mismo me echaba a la calle, y necesitaba el trabajo. También le dije al tendero que mi encargado lo llamó calvo idota más pesao que una vaca en brazos y que ojalá el agua le pudriera el toldo, y que eso me hacía sentir culpable también. Cuando vi al colega venir a por la escalera me fui hacia él y le dije, con mucha amabilidad, y con una sonrisa de oreja a oreja, que el de la tienda quería pedirle un favor...y me alejé hasta una distancia en la que podía ver el espectáculo....y oír las voces, claro....no entendía lo que decían, pero por los gestos y las palabrotas que de vez en cuando se gritaban, creo que la conversación estaba siendo muy animada...yo por lo menos, estaba mucho más animado, jejeje y el quillo no aparcó más de esa manera, ni me volvió a saludar....que poco sentido del humor....